Una selección de verduras bien coloridas, como pueden ser, pimiento rojo y verde, calabacín, zanahoria, judía verde, cebolla.
Fideos de arroz.
Salsa de soja y picante (opcional)
Semillas de sésamo.
Gambas.
Cortamos la verdura que hayamos elegido, que no siempre tiene que ser la misma. Lo suyo es ir jugando según lo que se tenga en el momento. Las setas y champiñones, le van muy bien a este plato. Se corta la verdura en juliana. Con la sartén caliente, se saltea sin añadir sal, así conservará la textura crujiente, ya que no soltará tanto el agua, y también mantendrá un color más vivo.
Ponemos agua a hervir, con sal, y con el fuego ya apagado introducimos los fideos de arroz. Tendremos que seguir las instrucciones del fabricante, ya que para algunos con 1 minuto basta, y para otros llega hasta 4 minutos.
Hacemos las gambas a la plancha, en la misma satén que hemos usado para las verduras, que las tendremos reservadas aparte.
Mezclamos en una fuente, la verdura, aquí le podemos añadir un poco de picante si apetece. Los fideos bien escurridos, las gambas y la salsa de soja. Con mimo, no vayamos a romper la pasta, y una vez todo unido, le añadimos unas semillas de sésamo tostado por encima.
Este plato es muy socorrido, a la vez que completo, sabroso y bajito en calorías. Se puede sustituir los fideos, por otros de soja, los de trigo de toda la vida, cuscús, arroz....
Para el yogurt:
Yogurt y leche.
En un vaso se pone el yogurt del sabor que más nos apetezca, y terminamos de llenar con leche vaca o cualquier otra leche que nos guste, hay un montón. De cabra, de soja, de avena...será por leches. Ala, ya tenemos un yogurt para beber totalmente personalizado. Si le añades unos frutos rojos, por ejemplo, puedes usarlo de postre. Pero para desayuno o merienda también es idóneo. Con imaginación, seguro le encuentras la mezcla perfecta para ti.
Importante para que la comida siente la mar de bien, compartirla con quién queráis.
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